Cuando somos generosos y podemos ayudar al prójimo la vida nos recompensa eso que ofrecemos a los demás de forma más reconfortante aún, brindar apoyo a los demás es algo que los seres humanos llevamos en nuestro interior y es que como ayudar al prójimo es una de las cosas que nos da alegría.
Es por esta razón; que la solidaridad es uno de los valores que se nos enseña cada día porque debemos ser empáticos con las situaciones que les suceden a las personas que están a nuestro alrededor y de esta manera tomar acción al respecto y ofrecer apoyo incondicional en los distintos escenarios de la vida.
Este tipo de ayuda debe darse sin esperar nada a cambio, cuando se ayuda desde el corazón no debemos esperar que esa persona nos “devuelva el favor” porque la ayuda incondicional no se trata de saber que voy a recibir a cambio por aquello que damos; sino más bien como me siento cada vez que ayudo al prójimo y una persona pueda sentirse mejor gracias a la ayuda que le brindo.

7 formas de ayudar al prójimo
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Si no sabes ¿Cómo puedo ayudar al prójimo? O como es la mejor forma de hacerlo ¿Qué opciones hay para ayudar a los demás? Cuando se trata de dar ayuda no siempre significa algo monetario; por el contrario, existen muchas formas de servir a los demás. Todos somos hijos de Dios y estamos en este mundo para saber convivir con nuestros hermanos. En este artículo te hablaremos de las 7 formas más ideales en las que puedes dar ayuda al prójimo.
Escuchando
Entre tanto ruido que existe en nuestro alrededor, las personas muchas veces lo único que necesitan es ser escuchados, poder hablar con alguien y poder drenar lo que sienten simplemente contando lo que les está pasando o lo que sienten en ese momento.
Es por ello que; la ayuda al prójimo también la podemos dar de esta manera, estar disponibles para esa persona; si lo único que necesita es que la escuchen, hacerlo; pero hacerlo correctamente; significa escuchar sin juzgar, sin señalar, sin decirle palabras como “te lo dije”, “te lo advertí”. Dejemos todas esas actitudes de lado y seamos compasivos.
Pongámonos en los zapatos del otro, y aprendamos a ser esa persona que los escucha cuando simplemente quieren hablar. Si no estás cerca; no importa. Responde esa llamada que a veces te da fatiga contestar, tal vez del otro esté una persona que necesita que la escuchen. No interfieras ni trates de dar consejos si no te lo piden. Solo limítate a ser esa persona que escucha al otro.
Dando asesoría
Si eres bueno; en algún área o profesión en especial y una persona necesita una asesoría médica, psicológica, para tomar una decisión y está en problemas; ayúdale sin importar que no recibas una remuneración en el momento por eso. Emplea tus dones, sabidurías y todas las herramientas en las que seas bueno para ayudar al prójimo. Poder darle la mano a alguien cuando más lo necesite puede hacer la diferencia para la vida o bienestar de esa persona.
Utilizar nuestros conocimientos para aportarle valor a la vida de otros es un acto muy de noble y de gran solidaridad que frecuentemente deberíamos hacer cuando se presente la oportunidad, Si Dios nos ha dado la sabiduría para ser excelentes en algunas ramas del conocimiento; la mejor retribución que podríamos darle es servir a los demás con nuestros saberes.
Dar asesoría o algún consejo en el momento oportuno es una de las mejores ayudas que podemos dar a otras personas, los seres humanos siempre necesitamos del aporte de otras personas en nuestras vidas para tomar mejores decisiones y de allí salir adelante y hacer mucho mejor las cosas. Es por eso que no te limites a ayudar a alguien con tan solo un consejo cuando más lo requiera.
Brindar posada
Existen muchos motivos por los cuales una persona puede necesitar un techo a lao largo de su vida, así que si tienes espacio en tu casa y puedes darle posada a un viajero que va de paso o alguien que necesita donde quedarse mientras resuelve una situación específica y te pide ayuda; lo más bondadoso que puedes hacer es efectivamente brindarle un espacio en tu hogar.
De esta manera estarías aliviando una pesada carga y salvaguardando su bienestar cuando lo necesite. Dar posada al prójimo es una enseñanza que viene desde los tiempos de Jesús y que hoy día sigue muy vigente porque todavía existen personas que pueden necesitar este tipo de ayuda. Dar la mano en momentos difíciles es gratificante también para quien ofrece la ayuda.
Siendo generoso
Otros de los consejos que podemos poner en práctica para ayudar al prójimo es precisamente siendo generoso, si alguien necesita alimentos o dinero para salir de una situación difícil y está en nuestras manos la posibilidad de poder ayudarle. Incluso si tienes que sacrificar un poco de lo tuyo para compartir con la otra persona es un acto realmente noble, en este mundo todos somos uno y es por ello que la generosidad es algo que deberíamos practicar constantemente. La vida es recíproca, lo que hoy das sim esperar nada a cambio; más adelante se te multiplica en grandes bendiciones para tu vida.
Así pues, la generosidad; es un valor que nos han enseñado desde chicos y es precisamente darle algo al más necesitado; esto puede ser dinero, ropa, alimentos o simplemente apoyarle con su medio de trabajo si ofrécele algún servicio también.
Acompañando
La compañía es un acto compasivo que podemos practicar con el prójimo, no se necesita de mucho esfuerzo ni de tener que privarte de cosas materiales para entregarlo a otro, sencillamente es ofrecer tu compañía. Estar en ese momento para esa persona que lo necesita. Para esa vecina que perdió su esposo y que no tiene hijos o están muy lejos.
Ser la compañía de esa persona que después de una tragedia natural perdió toda su familia o que en medio de un ataque quedó huérfano. Acércate; ofrece tu compañía. Visita a esa persona que sabes que puede estarlo necesitando. La soledad, en ocasiones no es buena para personas que son sensibles o que sufren de depresión; así que tu compañía podría ser clave para mejorar la calidad de vida de ese alguien quien se sienta solo en ese momento.
Ser amable
Ayudar al prójimo también tiene que ver con la forma en como lo haces; si ayudas con una actitud de prepotencia o con ánimos de que te rueguen por una ayuda eso no tiene sentido alguno. Si deseas ayudar a alguien hazlo en ese momento que te piden ayuda o que te nace hacerlo, no le digas pasa después a ver que me sobra para darte.
Hazlo en ese preciso momento, siendo amable, mostrando la mayor empatía con la persona que necesita esa ayuda recuerdo que nuestro entorno es un espejo también de cómo somos. Si ayudamos con la mejor actitud y somos amable con quien lo necesita en esos momentos difíciles estamos aportando doble valor para su vida.
La amabilidad y la empatía van de la mano para dar siempre un mejor servicio al prójimo, seamos compasivos realmente de corazón y hagamos las cosas amorosamente; que quien reciba nuestra ayuda se sienta completamente lleno y en armonía con todo lo que está recibiendo.

Dar ejemplo
Cuando ayudamos a los demás estamos dando el ejemplo a otros de que se puede brindar ayuda en cualquier momento de la vida y motivarlos también a que hagan este tipo de actos con otras personas que lo necesiten.
También; estamos dando ejemplo a quien recibe la ayuda ya que en un futuro puede ser esa persona que este ayudando a otra; y tú con tu ejemplo en primera instancia inspiraste esa cadena positiva de ayudas. Es decir; que lo haces estaría teniendo un impacto positivo en varias personas a lo largo de la vida.
Y ese es precisamente el propósito de la vida poder dar valor a los demás y al mismo tiempo multiplicar la información para que otras personas se animen y también hagan actos de buena voluntad con el prójimo.
Beneficios de ayudar al prójimo
Los beneficios de ayudar al prójimo son varios y comienzan por poder cambiar la vida de los demás para bien, este es una de las cosas más bonitas de poder ayudar a los demás. Saber que esa persona podrá estar un poco mejor gracias a esa mano que le diste.
Asimismo; la reducción del estrés es otra ventaja positiva porque cuando ayudamos a los demás nuestro cerebro segrega sustancias como la serotonina que es la hormona de felicidad y que nos hace mejorar el ánimo y reducir el estrés. También otro beneficio es que también aprendemos a ser más agradecido con cada cosa que tenemos.
El recibir más; también es un beneficio innato de ayudar al prójimo, recuerda que lo que damos a los demás regresa a nosotros multiplicado.
Como fomentar la ayuda al prójimo
Desde el hogar es la mejor forma de enseñar y fomentar la ayuda hacia los demás, si tenemos una familia, hijos debemos enseñarle los valores de la generosidad en todo momento. Pero como hemos mencionado anteriormente la mejor forma de hacerlo es con ejemplo mismo. Si tus hijos ven que eres amable con las personas necesitadas; que los ayudas y que estás dispuesto en todo momento a dar ayuda a quien lo necesita. Es algo que ellos replicaran automáticamente en sus vidas.
El ejemplo es la forma más efectiva de enseñar, es nuestro subconsciente se va grabando todo lo que nos enseñan, lo que nos dicen y lo que vemos desde pequeños. Si tu hogar, es un hogar donde ayudar a los demás es algo natural, lo gratificante para ti es que todos los miembros de la familia siempre estarán dispuestos a ayudar al prójimo siempre que lo necesiten y sin ninguna objeción, simplemente siendo algo que les nazca naturalmente.