Diariamente los seres humanos debemos tomar todo tipo de decisiones; unas más importantes que otras y de esto determinará el rumbo de la vida de cada uno. En ocasiones nos sentimos presionados por tener que tomar ciertas decisiones que son fundamentales como tomar un nuevo trabajo, terminar una relación tóxica o decidir cambiarse de país, tal vez iniciar un nuevo negocio o realizar cualquier inversión. Es por eso que aprenderemos como tomar decisiones asertivas.
Y es en ese momento cuando no sabemos que hacer; nos frustramos sintiendo mucha inseguridad y temor al no poder tomar decisiones asertivas es por eso que en este artículo hoy te daremos unos pequeños consejos que puedan ayudarte a tomar mejores decisiones en cualquier ámbito de la vida.
5 Tips para tomar decisiones asertivas
Tabla de Contenido
Tomar decisiones desde tu centro
Estar en tu centro significa cuando las emociones las tienes de forma serena, es decir como el dicho muy conocido piensa con cabeza fría. En otras palabras, tomar las decisiones desde tu centro significa aquietar la mente y sentarse en plena calma sin tomar decisiones apresuradas o por impulso que muchas veces no salen desde la cabeza sino desde emociones como la rabia o la premisa de hacer todo muy rápido. Estos son realmente dolores de cabeza porque en el futuro puedes ver que tomaste una decisión equivocada basándote solamente en una emoción de momento sin pensarlo detenidamente.
Así que; para tomar decisiones asertivas el primer consejo es pensar todo con calma porque de esa manera fluyen mucho mejor las ideas por lo que puedes tomar mejores decisiones con la mayor seguridad que puede emanar precisamente de ese equilibrio con el que se ha tomado la decisión.
Pedir ayuda solo a personas certificadas
En este punto; comenzaremos explicándolo con un ejemplo muy sencillo. ¿Si deseas abrir un negocio no vas a ir a pedir consejos a una persona que esté quebrada es correcto? Esto mismo aplica para cualquier tema en la que tengas que tomar una decisión importante. Debes acudir a personas certificadas y calificadas en el ramo del tema que requieras.
De esta manera podrás tener una visión clara de cómo puede pensar una persona que sabe, conoce o ha pasado por una situación similar y que las ha funcionado a ellos para así replicarlo en tu vida. Evitando también acudir a personas que sean poco sensatas o que sea sumamente negativas ya que esas vibras no son nada buenas para cuando necesitamos tomar decisiones asertivas.
Evaluar las opciones que tienes
Luego de haber aplicado los consejos anteriores también es esencial todas las posibles opciones que tenemos en cuanto a esa situación que deseamos resolver; esto con el fin de evaluarlas cada una y poder decidirnos por la más adecuada. Pero; ¿Cómo hacemos esto?
Se recomienda elaborar una lista y escribir los pros y los contras de cada una de las opciones que tenemos. Esto te dará un balance mucho más claro que te ayudará a ver con mayor discernimiento y saber de esa manera que es lo que puede convenirte más para esa situación a la que te estas enfrentando y en la que deseas decidirte por la decisión más asertiva para tu vida.
Esta estrategia la utilizan muchas personas y es una forma de filtrar todo lo que hay presente y así poder clasificar lo que puede ser mejor para cada uno.
Saber que lo que ocurre es lo mejor
Muchas veces pensamos que lo que nos pasa es un castigo o que cuando estamos pasando por situación difíciles en las que demos tomar una decisión es una forma de karma que solo debemos pagar y que no podemos hacer nada mejor para resolverlo.
Pero; esto no es así, precisamente cada momento de la vida viene acompañado de una enseñanza que si la sabemos aprovechar puede hacernos crecer a nivel personar y mejorar la versión de nosotros mismo pudiendo ser cada día mejores personas.
Y es por qué; para tomar decisiones asertivas también es indispensable saber que lo que ocurre es lo mejor; esto quiere decir que debemos tener muy claro que, aunque la situación que estemos vivimos no nos guste es lo mejor que puede estar pasando porque de ella podemos aprender muchas enseñanzas que nos darán claridad para así poder avanzar en la vida y ver el mundo con otros ojos porque hemos ido fortaleciéndonos a través de las experiencias.
Mide tus sentimientos
Por último; pero no menos importante es medir tus sentimientos ante la toma de una decisión, es decir si te sientes feliz, alegre o por el contrario incomodo o con cierta rabia o tristeza. Esto es un indicador natural de nuestra mente y nuestra alma para decirnos si vamos por el camino correcto no.
En otras palabras; nuestro propio cuerpo y mente responde con estímulos hacia esa decisión que hemos tomado, si esa decisión no te causa calma, paz y tranquilidad, sino que te sientes con incertidumbre o de alguna forma insegura o insegura, esto solo quiere decir que no es una decisión asertiva.
Las decisiones asertivas no tienen por qué causarnos desesperación o algún tipo de sentimiento negativo, es por ello que dentro de esa balanza que debemos tener en cuenta al momento de tomar decisiones asertivas también incluyamos los sentimientos que sentimos precisamente cuando tomamos esa decisión, esto nos dará una brújula hacia donde debemos dirigir nuestra atención.
¿Qué hacer si la decisión no fue asertiva?
Si detectamos que la decisión que hemos tomado no fue la mejor, lo primero que debe evitar es echarnos la culpa o traer pensamientos negativos o señalamientos hacia nosotros mismo.
Lo ideal es aceptar la situación y asumirla aplicando nuevamente las técnicas señaladas entrando en tu centro teniendo plena calma y serenidad para pensar nuevamente las cosas evaluando las posibles opciones que tengamos; si es necesario podemos recurrir a una persona que esté preparada en el tema en especial y simplemente inclinarnos hacia la opción que nos dé más tranquilidad y felicidad.